Del Mar a la Montaña y viceversa 1 y 2 Diciembre

No hay nada mejor que empezar el mes de diciembre disfrutando de nuestras cumbres no sin la tristeza de ver que, aún los colores son más verdes que blancos.
Mochila, botas, grampones y demás... preparado para salir a la aventura, mi amiga Angela es hoy mi compañera de batalla, que entre las dos decidimos de hacer el Bastiments 2.881 mts.
Iniciamos la ascensión por el Collado de Mantet y ya en las primeras rampas, parada técnica porque el calorcito empieza a notarse en nuestros cuerpos,
observamos el paisaje, viendo que la nieve se encuentra a unos 2500 mts, subimos hasta el Pic de La Dona 2.704 mts, la vista panorámica preciosa.

Al fondo el macizo del Canigó
Seguimos la cresta dirección al Bastiments, poca nieve que hay pero está muy dura, grampones a las botas y continuamos la ascensión,
llegamos a la antecima del Bastiments, realizamos la cresta pasando por el vértice geodésico
hasta llegar al piolet, magnificas vistas, la temperatura es de bajo cero y hoy por suerte podemos estar en la cumbre ya que no hay viento.
Descendemos dirección el Collado de La Marrana y aquí es increíble todo este tramo es hielo puro, vamos grampones hasta en los dientes, un despiste y bajas gas a fondo sin bono bus ni parada. Proseguimos por las pistas de la estación de esquí de Vallter 2000 hasta llegar al coche. La satisfacción en nuestros cuerpos se ve reflejada, nos recompensaremos con un zumito de vitaminas para el body y a reponer pilas que ya tenemos pensada la del domingo.

Ponemos a punto las BTT pero no sin antes echar unas risas sobre como y donde se debe de poner el super casco de bicicleta de Angela,
que se preparem que ya salimos a la calle con toooo el equipo puesto,
se añadirá Charles para pasar el día con nosotras, la ruta será de paseo, vamos tranquilamente por el camino de Figueres a Empuriabrava,
como buenos ciclistas llegamos y lo primero que buscamos es una terraza para descansar,
tomamos algo
y lo impensable en estas fechas que puedes hacer es estar en la playa.

Comemos algo, cogemos las mochilas con el material de escalada y para el rocódromo de Perpiñan ha trabajar un poco los brazos,
sensaciones muy buenas para todos y otro buen rato que pasamos.
Un fin de semana muy agradable, como siempre lleno de locuras y diversión.

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