Ahora empieza el día, botas, mallas, y la mochila cargada con 9 kilos, a disfrutar y a la vez a entrenar.
Voy con el coche hasta Port de la Selva, recojo a Angela y nos vamos a pie hacia el pueblo de Selva de Mar 1,5 km.
Una vez dentro del pueblo iniciamos la ascensión por una senda bien señalizada que nos llevará sin pérdida hasta el aparcamiento del Monasterio de St.Pere de Rodes.
Una vez dentro del pueblo iniciamos la ascensión por una senda bien señalizada que nos llevará sin pérdida hasta el aparcamiento del Monasterio de St.Pere de Rodes.
Hemos escogido este camino porque hoy hace una tramuntana de mil demonios y esta ascensión está orientada en cara sudeste.
En una hora y cuarto llegamos hasta los 513 mts.de altura sobre el nivel del mar y bajamos por la Vall de la Creu.
Los colores al atarceder bajando el sendero nos magnifican, el sol ilumina magicamente la torre del campario del monasterio junto con su fachada.
Salimos a la carretera y por el senderillo llegamos hasta la playa. Hacemos una paradilla para contemplar los últimos rayos de sol sobre Port de la Selva
La temperatura es muy agradable, ha bajado el viento y después de 3 horitas de caminata, del gustazo de disfrutar de estos parajes silenciosos y llenos de luz, la sonrisa no se va de nuestros rostros.
Bueno, prueba superada, personalmente he aguantado muy bien la mochila con el peso, y Angela después de su embarazo y el parón que conlleva ser mamá ha conseguido en perfecto estado, empieza la era Supermamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
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