Este fin de semana tengo una prueba de fuego, probar el esqui de montaña, otra actividad más a mi curriculum.
Para ello cuento con la ayuda inestimable de Josep Sallés, guía de montaña de Andorra, que nos conocimos este verano en la excursión a los Bessiberris, desde entonces no habiamos coincidido en ninguna excursión pero no hemos perdido el contacto.
Viajo el mismo sábado hacia AND,por suerte dos días antes a nevado sin cesar a partir de 1.200 mts. de altura, paso la Collada de Toses, con el paisaje propio invernal.
Josep ya me espera, nos dirijimos hacia la Massana para alquilar el equipo, y venga para pistas.
El dia es excepcional, la nieve perfecta, pues adelante gacheto piernas, a subir y a subir con los esquis.
Aprovechamos las pistas de esqui para hacer la ascensión y ya primera parada técnica, madre mía que sudada, me sobran hasta las bragas,je,je.
Proseguimos hasta el último remontador a unos 2.500 mts, fuera pieles que ya de foca no tienen nada, parecen unos neumáticos de coche, y preparados para el descenso.
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